Este
seminario comenzó con un llamamiento a la "no rutina". Cuando nos
dirigíamos al aula, con los materiales que nos habían pedido el día
anterior, descubrimos figuras de papel de plata (ese que usamos para
envolver los bocadillos para una excursión) situadas en las fachadas
internas del aularium. No sabíamos qué pensar más que: eran geniales,
allí, quietas...
Pensamos en quién se habría puesto a posar tan tremendas posturas y mil cosas nos pasaron por la mente hasta que nos tocó a nosotras ser las protagonistas (modelos y creadoras). Y así, nos trasladamos a los exteriores para decorar las fachadas de nuestra facultad. A mí me tocó ser la modelo. Para ello, me situé en una postura que elegimos entre todo el grupo y el resto se dispuso a "empapelarme".
Antes de
nada, desplegamos varias tiras de papel de plata sobre el suelo de
cerca de dos metros cada una y las unimos por los laterales con cinta
adhesiva transparente. A continuación, me situé en la pared y me
envolvieron con el papel resultante, añadiendo otros pedazos más pequeños donde consideraban necesario.
Debo decir que la sensación que tuve mientras moldeaban el cuerpo no fue desagradable, sin embargo, cuando llegó la hora de moldearme la cara (lo dejaron para el final) si me sentí agobiada. Por otra parte, la postura que elegimos fué un tanto costosa de mantener y gracias a mis compañeras resultó ser menos incómodo.
De este seminario aprendí la plasticidad de la que podemos dotar a según que objetos o materiales que nos rodean en nuestro dia a día, para crear, descubrir, investigar, reinventar, conocer...
Estoy segura de que una actividad adaptada para la etapa de Educación Infantil sería muy interesante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario